viernes, 28 de octubre de 2011

ELOGIO DE LOS TERCOS

LOS TERCOS...SSS
"Lástima que xxxx sea tan terco.."  "!! terco..¡¡ le gritamos al hijo terco. " "....imposible hacerlo cambiar,... es tan terco...", con expresiones similares nos referimos a los tercos, y muchas veces usamos ese calificativo peyorativamente, como si fuera un defecto.
Comúnmente confundimos la terquedad defecto con  la terquedad virtud. Como estoy convencido que gracias a los tercos, a los  grandes tercos, la humanidad ha progresado, me propongo hacer el elogio de los tercos. Hablo con autoridad en la materia, pues me toca lidiar con tercos que a su vez tienen el descaro de calificarme injustamente de ser terco. Tercamente afirmo que NO soy terco.
La posición ambivalente del calificativo TERCO se debe también a los sinónimos y significados que nuestra lengua le da a ese adjetivo que muchas veces se vuelve sustantivo.
Los diccionarios definen al Terco " como  pertinaz, obstinado, irreducible y tenaz, (la palabra tenaz que los jóvenes de ahora la han desfigurado para hacerla sinónimo de cansón), porfiado, tozudo, testarudo, o temoso". ( por "temoso" entiendo que es aquel terco que se dedica a hablar siempre sobre el mismo tema, como ciertos columnistas monotemáticos que nos cansan).
Vemos entonces que el mismo diccionario se presta para que la terquedad pueda ser defecto de los cansones o virtud de los persistentes.
Salgo entonces en defensa de los tercos, de los obstinados en defender sus ideas y sacar adelante sus proyectos superando todas las criticas y venciendo todos los malos augurios que los pesimistas lanzan a las ideas nuevas.
Acá va mi defensa de los tercos ejecutores de obras, de los "cabezotas" como les dicen los españoles.
Grandes tercos: Encabeza la lista de los grandes tercos un misterioso marinero a quien se le metió en la cabeza la idea de que la tierra era redonda y que podría navegar rumbo occidente para llegar al  oriente, Katay, la India, y naciones de las cuales los europeos solo tenían  noticias más cercanas a las fabulas que a las realidades.  Este navegante cabezotas, recibió desprecios, burlas y negativas a su plan de viajes de descubrimiento, pero como era terco clase A, no desistió hasta convencer a la reina Isabel (al rey Fernando que era ambicioso pero  muy tacaño nunca lo puso convencer) para que autorizara y financiara la expedición de los descubrimientos. Se embarcó y tercamente siguió navegando en sus pequeñas carabelas de madera sin  aceptar devolverse como todos sus tripulantes lo pedían pues pasaban las semanas y nada que se encontraba tierra. Gracias a su enorme terquedad Colon descubrió América.
Otro gran terco fue Don  Quijote, que aun revolcado por las haspas de los molinos de viento seguía atacándolos pues tercamente veía gigantes.
Tercos han sido muchos escritores famosos a quienes editoriales ciegas les negaron insistentemente el editar y publicar sus libros. A la autora de la saga de Harry Potter, J.K. Rowlings nueve editoriales diferentes menospreciaron su obra, no la consideraron vendible.  Hoy la Rowlings es una de las  mujeres más ricas gracias a las regalías que le brindan sus menospreciados libros.
Otros entre muchos más escritores rechazados pero exitosamente tercos por vía de ejemplo son George Orwell, autor de El Gran Hermano y Rebelión en la Granja pues los editores dijeron que no era vendible un libro  de historias de animales". Pero Orwell es terco categoría A,  tercamente insistió y por fin pasó al podio de la fama.  O John Grisham, que no bajó la cabeza ni se deprimió pese a que sufrió 26 rechazos de las editoriales a sus libros. Hoy todos conocen y compran ávidamente las novelas de Grisham, o  han visto películas basadas en sus obras?. Grishan buen terco no se dio por vencido.
Si no fuera porque han existido científicos e investigadores tercos, no tendríamos los remedios salvadores para muchas enfermedades, aparatos, fórmulas químicas que solo con la terquedad de seguir experimentando y superando fracasos lograron culminar exitosamente.
Tercos fueron Galileo, Copérnico, Servet, que tercamente desafiaron a la inquisición para mantenerse firmes en sus ideas y descubrimiento. O Giordano Bruno y muchos maravillosos herejes que no dudaron en irse a la hoguera por seguir tercamente predicando sus ideas.
Igualmente fueron tercos Darwin, Newton, Einstein, Sajarov, Max Plank.  Y tercos son todos los disidentes políticos de la antigüedad y la actualidad. Y tercos son los genios de la informática encabezados por Bill Gates
También hay naciones tercas, y se citan entre ellas a los vascos, aragoneses, palestinos, chechenos, irlandeses, tamiles y kurdos.
Hay profesiones y actividades muy propias de los tercos, entre ellas las de los marinos pues además de Colon fueron tercos Magallanes, Vasco de Gama, y los exploradores del Ártico y la Antártica.  Y también los pioneros de la aviación que gracias a ser tercos lograron volar.  Entre los aviadores nuestros y tercos debemos citar a Camilo Daza que se emperró en traer de Europa su avión de madera y lona, que se lo decomisaron en Maracaibo, que insistió y logro traerlo a Cúcuta en donde lo armó, que lo llevó y logró aterrizar en Pamplona en la única vez en que un avión logró aterrizarlo destrozado en dicha ciudad, para que luego tercamente reconstruirlo.
Una actividad que solo admite tercos es la minería. Pese a todos los peligros, ellos siguen escarbando y penetrando las profundidades de los socavones. Los toreros tienen que ser tercos, a pesar de las corneadas vuelven al ruedo.
Hay presos famosamente tercos: dedican todos los minutos, horas y días  de su reclusión a imaginar dos cosas: como burlarle los honorarios a su abogado y como escaparse de la cárcel. Generalmente lo logran.
Los falsificadores de  moneda y de obras de arte son genéticamente tercos. No se pueden corregir, aman tercamente su profesión y volverán a falsificar así les cueste más años de cárcel.
Tercos en la historia también han sido muchos combatientes, los sitiadores enfrentados a otros tercos: los sitiados, ejemplos como la famosa Massada de los judíos y romanos,  los sitios de Zaragoza, o de nuestra Cartagena.  O guerrilleros como el famoso español El Empecinado que tantas molestias le causo a Napoleón.
También tenemos políticos y líderes que alcanzaron fama y triunfo gracias a ser enormemente tercos, citemos a Nelson Mandela, a Mahatma Gandhi y entre nosotros gracias a Dios tenemos un gran terco: Álvaro Uribe.
Tercos fueron los lideres liberales de la Colombia del siglo XIX y sus tercas guerras civiles en defensa de sus ideales.
Hay empresarios tercos, se quiebran y vuelven a empezar hasta consolidar su triunfo.
Defiendo a los tercos pues en un mundo en donde tantas personas no soportan la primera dificultad y desisten, los tercos persisten. Coincido con el padre Llanos quien en una de sus columnas comentaba que " el ambiente actual de adversidades y fracasos, quiebras y hundimientos de la personalidad, que coinciden con la poca capacidad para soportar lo adverso... es cuando se impone la resiliencia, esa fuerza fundamental en la vida que ayuda a superar las crisis.” La resilencia es una forma más elegante de referirse a la terquedad.

















Uribe: a Dios gracias muy terco.


 

Mandela terca firmeza                               El Ave Fenix tercamente revivía de sus cenizas

viernes, 21 de octubre de 2011

LA INTELIGENCIA COMPARTIDA

LA INTELIGENCIA COMPARTIDA.
Son innumerables los libros y artículos sobre lo que es la “Inteligencia”. Muchas las definiciones que se han dado de la inteligencia, y numerosos los test o pruebas  que intentan medir la inteligencia de cada persona (IQ).
Cuando algunas pruebas mostraron que personajes que han regido el destino del mundo tenían a duras penas un coeficiente o IQ de 120 sobre 200, y que por el contrario muchas personas con alto índice de inteligencia eran seres opacos, mediocres o perdedores, se lanzó la tesis de que existe otra inteligencia que es más importante que la simple inteligencia medida por los test, y se la llamó “Inteligencia Emocional”,  que para simplificar podemos tal vez decir que es la simpatía o el carisma personal. El ser practico  en las soluciones.  Es la que hace que personas como John F. Kennedy cuya inteligencia conforme a los test era normal, fuera presidente de Estados Unidos y además uno de los más influyentes y recordados, al igual que se recuerda a un hombre gordito y bonachón como el papa Juan XXIII como el papa bueno, o a Juan Pablo II que con su gran inteligencia emocional cautivó al mundo católico y no católico y derrumbó el sistema político que regía la mitad del planeta tierra.

Uno de mis grandes gustos, es perderme en los salones y laberintos de las librerías europeas. Así que una tarde en Madrid me interné en la Casa del Libro, siete pisos atestados de libros, salones para tertulia, y presentación de los autores que presentan y firman sus libros y conversan con los asistentes. Esa tarde (otoño de 2002) el invitado era José Antonio Marina acompañado de la periodista Nativel Preciado quienes firmaban su obra “Hablemos de la Vida”. El tema era La Inteligencia Compartida. Me resultó fácil entrar en dialogo con el profesor Marina quien me explicó su tesis sobre la Inteligencia Compartida, tema que quiero compartir en esta columna.
Primero permítanme presentar al profesor José Antonio Marina: Filósofo y catedrático, galardonado con el Premio Nacional de Ensayo, Premio Anagrama, Premio Elle y Premio Giner de los Ríos de Innovación Educativa. Reconocido públicamente como el pensador y ensayista con mayor capacidad divulgativa en España. Es columnista habitual de la gran prensa madrileña y autor de numerosas obras sobre el tema que lo apasiona: la inteligencia compartida.
Entresaco apartes del dialogo, con el profesor y su interlocutora la periodista:  “La inteligencia, no es la facultad de resolver ecuaciones diferenciales o cosas semejantes, sino la facultad de dirigir la conducta para salir bien parados de la situación en que estemos. No está orientada al conocimiento, sino a la acción.  No está orientada al saber, sino a la felicidad. .../... La finalidad de la inteligencia compartida es conseguir que un grupo de personas comunes y corrientes consigan resultados extraordinarios.../......las inteligencias individuales se desarrollan inevitablemente en un entorno social, sin el cual no pueden constituirse y del que depende en gran parte su despliegue y desarrollo.../...ahora sabemos que el paso de la inteligencia potencial a la inteligencia actual, cinética, depende en gran manera de la influencia del entorno y del ambiente."

Vivimos integrados en grupos: la pareja, la familia, la empresa, la ciudad. Estas comunidades no son un simple agregado de inteligencias individuales. Su organización, el sistema interno de comunicaciones, estímulos, apoyos u obstáculos que el grupo proporciona influyen en la inteligencia personal, estimulándola o deprimiéndola, dándole alas o cortándoselas.  "La inteligencia de un grupo puede definirse como la capacidad de mejorar o empeorar los resultados individuales.../... en determinadas situaciones nos sentimos más capaces, animados, inteligentes y generosos según las personas con las cuales departimos. Por el contrario en otros grupos, nos dejamos resbalar por la pendiente de la crítica, la malevolencia, el desánimo, la desconfianza".   Ciertas tertulias y grupos de mi tierra pensé yo.

Desarrollamos la inteligencia compartida cuando tratamos con personas que aumentan nuestras posibilidades vitales. Grupos que nos proporcionan ánimo, valor, alegría,  que valoran esas posibilidades personales y exigen y premian a la vez.  Por el contrario, dice el profesor, cuando conversamos con personas opacas y negativas sentimos que no somos igual de divertidos o brillantes pues "hay ambientes que lejos de favorecernos, nos entorpecen y bloquean”

¿Existen ciudades inteligentes?
En esta mes en que las ciudades eligen sus alcaldes y sus cabildos o concejos municipales nos podemos preguntar si la Inteligencia Compartida es aplicable a las ciudades. ¿Existen ciudades más inteligentes que otras?.  Por supuesto que sí, unas ciudades son más inteligentes que otras. Recuerdo la respuesta dada por el profesor a una pregunta que le formuló la periodista Nativel: ¿Podríamos hablar entonces de estupidez compartida? El profesor respondió:  “Desde luego. Todos nos comportamos de distinta manera en función del ambiente del que participemos. Existen colectivos envidiosos, frívolos, depresivos, egoístas, mediocres y otros generosos, creativos, eufóricos, altruistas, imaginativos. Unos estimulan el ánimo y otros hacen que cunda el desánimo. Hay grupos en los que las conversaciones sólo favorecen la tontería o la broma de mal gusto. Otros al contrario, plantean cuestiones tan estimulantes que sacan a flote las mejores ideas. La inteligencia colectiva funciona en cualquier grupo: entre los amigos, las parejas, las familias, las empresas, en el barrio, en la ciudad.”
En un artículo más reciente, (octubre de 2010) publicado en "El Mundo" de Madrid el profesor Marina afirma que "La gran creación de la inteligencia compartida es el “capital cívico” de una comunidad", capital cívico que involucra "la confianza, la ausencia de corrupción y fanatismo, la buena marcha de las instituciones, el índice de participación en tareas públicas, la capacidad de autocrítica, los valores éticos compartidos, los sistemas de ideas con los que interpreta la realidad."
¿Es nuestra querida Cúcuta una ciudad inteligente? ¿Tiene valores éticos compartidos? ¿Estimula en sus habitantes la inteligencia individual y compartida? ¿Tiene capacidad e inteligencia para elegir a sus gobernantes y legisladores?


 

viernes, 14 de octubre de 2011

LOS ALQUIMISTAS

LOS ALQUIMISTAS
Una de las más antiguas y misteriosas actividades encaminadas a obtener oro a través de la trasmutación de los metales es la de los alquimistas.  Muchos consideran que los alquimistas de la edad media fueron los precursores de la química, y tal vez tengan razón.  De hecho creo que muchos de los exprimentos que hoy mantienen ocupados a químicos, farmaceutas y biólogos tienen mucho de parecido con los ensayos de los alquimistas.
Pese ser una ciencia muy antigua su época de florecimiento fue la Edad Media  a partir del siglo XII, y se seguía practicando aun cuando clandestinamente hasta el siglo XVII.
Los alquimistas en sus oscuros laboratorios o cocinas se empeñaban en experimentos encaminados a lograr transformar el plomo, el mercurio y otros metales en oro.
Pero estudios más profundos revelan que los alquimistas no solo perseguían la trasmutación de los metales, sino algo mas espiritual: la trasmutación de la conciencia, y el mejoramiento del ser humano. Otros buscaban la fórmula de la eterna juventud, tema que trataremos en otra oportunidad.
Para lograr esa trasmutación creían necesario encontrar la "piedra filosofal" o piedra de la sabiduría que debería de estar presente en las mezclas y aleaciones que preparaban en sus cocinas y laboratorios.
Esta es en apretado resumen la historia de los alquimistas. Todos suponen que nunca lograron su objetivo de trasmutar otros metales más vulgares para convertirlos en oro
Pero, para muchas personas del Paris medieval del año 1382 era indudable que un personaje si pudo lograr esa misteriosa trasmutación.
Ustedes podrán creer o no la historia que va a continuación. De hecho mucha gente la creyó, pero mas adelante se silenció este caso del cual solo se encuentran referencias en viejos y polvorientos archivos parisienses. Se sabe además que Hitler tenía especial interés en averiguar por este caso dada su afición al oro y a todo lo esotérico y que por ello encomendó a expertos investigadores que indagaran por el Parios en ese momento ocupado por sus vandálicas tropas. Esta es una historia muy poco conocida que los podrá a pensar si de verdad un alquimista llamado  Nicolás Flanel logró esa trasmutación.
Nicolas Flamel (1330 – 1418)
Flamel nació en Pontoise, Francia, y se estableció en Paris modestamente, primero como escribano y luego como librero.
Vivió una historia excepcional a raíz de un sueño en que se le apareció lo que él calificó como un ángel, que tenía un libro en la mano, y que elángel le dijo: " Flamel mira este libro. Usted no entenderá su contenido, pero un día usted y solo usted lo encontrará y conocerá su contenido". Flanel contó que se trataba de un libro excepcional: Las pastas eran de cobre tallado, las hojas eran de pergamino especial. En la primera página en letras de oro, se leía el título: "Abraham el Judío, príncipe, sacerdote, astrólogo y filósofo" Fascinado, Flamel trató de tomar el libro, pero el ángel desapareció junto con el fabuloso libro. Flamel despertó y consideró que había recibido una revelación.
Obsesionado Flanel se dedicó por varios años a buscar ese raro libro que solo vio en su sueño. Para facilitar su búsqueda abandonó su profesión de escribano y abrió una librería en la cual compraba y vendía libros.
Un día llegó a su librería un mendigo y le ofreció un curioso libro.  Flamel reconoció que era precisamente el libro que años antes le había mostrado el ángel.  Sin dudarlo, lo compró y se dedicó a la lectura. Pudo comprender las primeras páginas escritas en latín y de esas páginas entendió que el tema del libro era una instrucción para la transmutación de los metales. Pero el texto principal estaba escrito en hebreo. Flanel  no sabía ni de alquimia ni mucho menos el idioma hebrero.
Para encontrar la clave de acceso al texto, Flamel y su esposa Pernelle se dedicaron a buscar un conocedor de la legua judía. Pero los judíos habían sido expulsados de Francia y era necesario viajar a España en donde se habían refugiado los judíos.
Flanel se vistió de peregrino, tomó el famoso camino de Santiago y logró en León  conocer al maestro rabino Canchez quien se emocionó al tener en sus manos el libro de Abrahán. El Maestro Canches reconoció que era idioma hebreo de los tiempos de Moisés e interpretó los símbolos originarios de la antigua Caldea, pero solo alcanzó a traducir las primeras páginas pues murió sin terminar su traducción.
Cualquier otra persona ante tantas dificultades hubiera desistido, pero la obsesión de Flanel le obligó a dedicarse el mismo a traducir las páginas faltantes, lo cual logró con  base en las páginas traducidas por el rabino Canches. Obtuvo así el conocimiento para encontrar la piedra de la sabiduría. Con esos conocimientos instaló su cocina - laboratorio y entre pailas, retortas, hornos, azufre, azogue, plomo y otros metales fundidos en presencia de la piedra de la sabiduría o piedra filosofal se dedicó a sus experimentos.  
Por fin  tres años más tarde, en enero de 1382, Flamel logró un primer éxito: logró transmutar media libra de mercurio en plata. Este ensayo le abrió las puertas para seguir ensayando en busca de trasmutar metales vulgares en oro.
Pocos meses después Flanel logró producir oro puro. Conforme a la tradición histórica, Flamel hizo sólo una transmutación, pero en tal cantidad que fue suficiente para que este pobre librero se convirtiera de repente en un hombre inmensamente rico, caritativo y religioso. Los registros e historias de esa época, informan que Flanel y su esposa Pernelle, hicieron donaciones a 14 hospitales, tres capillas y siete iglesias en las ciudades de París y Boulogne y también que auxiliaban a todos los pobres de su barrio. Todas estas donaciones están documentadas en Archivos del Estado y de la iglesia .
Los rumores de la repentina riqueza de Flanel llegaron a oídos del rey Carlos IV, quien ordenó a su ministro Cramoisi, investigar el asunto. Como Flanel  no volvió a producir oro, las investigaciones ordenadas por el rey no prosperaron.
Años después el Rey Luis XIII quiso conocer lo relativo a los descubrimientos de Flanel pero tampoco logró resultados.
El famoso cardenal y ministro Richelieu consiguió por medios desconocidos, acceder al libro de Abraham el Judío. Hizo construir un laboratorio en el castillo de Rueil, el que Richelieu visitaba con frecuencia para leer los manuscritos del maestro y tratar de interpretar los jeroglíficos sagrados. Pero lo que un sabio como Flamel solo había sido capaz de entender después de veintiún años de estudios no pudo ser  accesible a un político como Richelieu.
El conocimiento de las mutaciones de la materia, de la vida y la muerte, es más complejo que el arte de la planificación de estrategias o la administración de un reino. Las investigaciones de Richelieu no dieron resultados.
A la muerte del cardenal, todos los rastros del libro se perdieron. Dicen que existió una copia en Milán pero también desapareció.
El misterio es: ¿ la repentina riqueza de Flanel se debió a que logró la transmutación del plomo y el mercurio en  oro?. Así lo creyeron los alquimistas.
Nicolas Flamel murió en el año 1418 y su suntuoso funeral se efectuó en la iglesia de Saint-Jacques la Boucherie. Su lápida lleva esta inscripción, elegida por él mismo: " Vine de la tierra y a ella retorno" la cual ahora se encuentra en el Museo de Cluny. La casa medioeval se conservó en una apacible calle de Paris hasta hace poco.  El oro sigue obsesionando a los humanos que en esta época no recurren como los alquimistas a cocinas y retortas, sino como banqueros, corredores de bolsa, políticos, etc., que tienen la habilidad de transformar simples papeles en oro y riquezas.

Labratorio de un alquimista                                                   El Libro de Abraham

sábado, 8 de octubre de 2011

De las amantes de los reyes y otras damas

Los amores del emperador con la viuda de su abuelo

Si los amoríos de Carlos V como emperador del Sacro Imperio o Carlos I como rey de España se hubieren sucedido en esta época el mismo Berlusconi se sentiría superado y la sociedad se hubiera escandalizado

Pero cada época trae sus modas, sus costumbres y su moral. Por lo visto en siglos anteriores la moda entre los reyes, los nobles y los caballeros era la de tener amantes de categoría y reconocer y ennoblecer a sus bastardos. Si los aristócratas tenían amantes, los comerciantes y burgueses tenían "queridas" y los hombres del populacho tenían "barraganas".

Un poco de interesante historia. Don  Carlos era hijo de doña Juana la Loca, a su vez hija de los reyes de España don Fernando y doña Isabel a quienes la historia los llama los reyes Católicos, y de don Felipe El Hermoso hijo del emperador de Austria y por lo tanto del Sacro Imperio. El joven príncipe don Carlos, por una serie de muertes de sus hermanos heredó la corona de España por parte de su madre doña Juana La Loca quien por ser loca no era habilitada para reinar y heredó la corona imperial por parte de su abuelo el emperador de Austria.
La reina Isabel murió y su ambicioso viudo don Fernando de Aragón hizo todos los  movimientos y jugadas diplomáticas y políticas para ensanchar sus dominios, lo cual se hacía mediante matrimonios calculados con mentalidad de ajedrecista. Casarse con la hija de un rey permitía alianzas y porque no, eventualmente heredar otra corona.
El viejo y viudo rey Fernando puso sus ojos en la jovencita princesa Germana de Foix, de la alta nobleza francesa, sobrina del rey Luis XIII, y se convino el matrimonio el cual se realizó por poder. Posiblemente se hubiera podido anular por no poder. Dicen que el rey murió afectado por tomar unas yerbas que se decía cumplían el mismo efecto del viagra de esta época.
Ya próxima su muerte don Fernando el Católico se encontró con un panorama político de incertidumbre sobre la sucesión del trono de España: su hija doña Juana era incapaz por locura, no había más hijos, su heredero más inmediato era su nieto don Carlos, quien ni había nacido en España,  ni hablaba español, y que siempre vivió en Flandes. El rey presintiendo su muerte escribió al futuro rey y emperador encomendándole especial cuidado a la que sería su joven viuda doña Germana de Foix. Murió el rey, y lo sucedió no sin polémicas su nieto don Carlos, apenas saliendo de la adolescencia. 
Don Carlos recibió la carta de su abuelo y cumplió ampliamente sus instrucciones de cuidar a su viuda Germana. Lo hizo en exceso pues la convirtió en su amante. Amante de la viuda de su abuelo, es decir su abuelastra. Fruto de este amor fue la infanta Isabel, que aun cuando nunca fue reconocida, si recibió el trato de Infanta de España, título reservado para las hijas de los reyes de España.
El rey emperador fue más allá y para cumplir los deseos de su abuelo nunca descuidó a la joven doña Germana a quien para evitar chismes decidió casar igualmente por intereses políticos con Fernando de Brandeburgo. Propensa a la viudez temprana doña Germana quedó pronto viuda, y su tutor le concertó un nuevo matrimonio, esta vez con el Duque de Calabria.
Muy amable don  Carlos nombró a Germana virreina de Valencia, cargo que ejerció con toda firmeza y en donde reprimió duramente el alzamiento de las llamadas germanías o movimiento de los gremios (germanía en dialecto valenciano, germán= hermano,  es hermandad) .  El fin de la inquieta y poderosa doña Germana no fue feliz: afectada de una hidropesía deformante murió de cuarenta años.
Sus amores con la viuda de su abuelo no impidieron que el católico rey mantuviera fogosos amoríos con la joven Juana Van der Gheynst, con quien tuvo una hija: Margarita de Parma, a quien años después el rey Felipe II su hermano medio, designó Gobernadora de los Países Bajos.
Fruto de otro amorío con una menos conocida amante fue Juana, a quien recluyeron junto con su madre en un monasterio al cuidado de la madre abadesa, doña María de Aragón, hija natural de Fernando el Católico.
Pero hay más. Otro amor fue con doña  Ursolina della Pena, con quien con quien se relacionó en Roma y les llegó la niña Tadea.
El enamoradizo emperador quiso también ser galante con doña Anne de Pisslen, duquesa de Etampes, amante oficial del rey de Francia Francisco I y un cuadro de la época recoge la anécdota galante en la cual don Carlos, dejó caer un valioso anillo al suelo. La joya rodó hasta los pies de la dama que se aprestó a recogerlo, para entregárselo al emperador, pero Carlos, galante y coqueto, le dijo "...está, ahora, en manos demasiado bellas, le ruego que lo guarde para siempre".
Hasta donde se conoce la última aventura con consecuencias bautizables del emperador ya viejo dio como fruto al famoso Gerómin que paso a la historia con su nombre oficial de Don Juan de Austria, vencedor junto con  al almirante don Andrea Doria de la batalla de Lepanto. Era hijo del emperador y tal vez su última amante doña Bárbara de Blomberg.
Debe decirse que la esposa de don Carlos doña Isabel de Portugal era la mujer más bella de su época como puede apreciarse en el retrato de la bella reina.
Don Carlos ya en su ancianidad hizo lo que muy pocos mandatarios hacen: renunciar a sus tronos, abdicó el reino de España y sus posesiones de América y Filipinas en su hijo Felipe II, y el imperio en su hermano Fernando de Austria.
El emperador quiso terminar sus días recluyéndose en el monasterio de Yuste, tal vez para recordar sus glorias como guerrero y como amante.
                Izquierda, doña Isabel  de Portugal, esposa de Carlos V, famosa por su belleza.   Derecha doña Germana de Foix viuda del rey Fernando El Católico abuelo de Carlos V y luego amante de su nieto. 

sábado, 1 de octubre de 2011

Familias poco edificantes

Hasta en las familias reales se esconden vergüenzas...

Ya despreocupado de los temas políticos y cívicos que no podremos cambiar, seguiré la línea de escritos light, traigo un tema intrascendente, pero interesante.
Ya sabemos por los  noticieros y las revistas del corazón de las ligerezas y escándalos sexuales y extraconyugales de algunos reyes, o príncipes de Europa. Para la muestra las escabrosas e idiotas conversaciones de Carlos Príncipe de Gales, ("el orejas", como le dice Pérez-Reverte) y su amante ahora su esposa,  o los amoríos de lady Diana su ex esposa, o a los poco ejemplarizantes nietos de la reina Isabel. Esos escándalos en fin  de fines son cosas de sus vidas privadas. Mi tema se referirá a los sucios negocios en que algunas familias reales se han involucrado históricamente. Esto nos hace pensar que no es motivo de orgullo ser descendientes de reyes y de nobles cuando se pueden encontrar tatarapuelas. (la p no es error, es la inicial que hace referencia a ciertas damas.)
La trata y comercio de esclavos. Si alguna actividad comercial es infame y violatoria de todos los derechos humanos, es la trata y comercio de esclavos.
Se comenta a nivel histórico que amparada en sociedades en comandita (en donde existe un socio oculto o comanditario) la reina Isabel I de Inglaterra, llamada la Reina Virgen (???), tenía intereses e inversiones en el comercio de negros miserablemente cazados y secuestrados en África, para ser vendidos en sus colonias. El negocio era altamente rentable y por ello la reina legitimaba la compra de esclavos y su incorporación al patrimonio de sus dueños, como si se tratara de bienes muebles o semovientes. De modo que tenemos que una reina de los ingleses fue comerciante de esclavos.
Pero además de socia comercial en el negocio de la venta de africanos la Reina Virgen fue patrocinadora y socia de piratas. Su principal socio fue John Hawkins, quien descubrió que le resultaba masa fácil asaltar los barcos negreros portugueses y holandeses y robarse el cargamento de esclavos para después venderlo de contrabando en América. Se ahorraba así las  molestias de las excursiones de caza de negros y los peligros del Arica ecuatorial. Ante el éxito de Hawkins la reina Isabel I decidió entrar en el negocio del contrabando como socia comanditaria. Agradecida por los buenos resultados y dividendos que le pagaba su socio,  Isabel I le nombró Caballero: Sir John. El negrero, contrabandista y pirata escogió como emblema de su escudo de "Sir" la figura de un negro cautivo.
Además la reina patrocinó entre otros sanguinarios piratas a Francis Drake (igualmente Sir Francis) a quienes estimuló y más tarde dio a él y a otros piratas patentes de corso para que piratearan protegidos por la ley con el título de "corsarios" en  todos los mares, siempre y cuando pagaran su parte de los saqueos a la corona.

El comercio de estupefacientes. La producción y comercio de estupefacientes no es invento colombiano ni de Pablo Escobar.  Fue un privilegio de la corona británica quien quiso tener el monopolio de la comercialización del opio producido en la India y otras posesiones suyas y que solo podía exportarse a China bajo  licencia de su majestad británica. Previamente habían convertido a los chinos en adictos al consumo de opio.  Cuando el gobierno de la China quiso prohibir este tráfico que embrutecía a su pueblo,  Inglaterra se sintió lastimada en su jugoso negocio y ese fue el pretexto para declararle la guerra a China,  guerra que se llamó "La guerra del opio". China perdió la guerra, perdió dominio sobre Hong Kong y el opio siguió exportándose y envenenando al pueblo chino en beneficio de su majestad británica.

Los horrores del rey Leopoldo de Bélgica en el Congo  Belga.  La explotación del caucho a base de la cruel esclavitud de los negros del Congo, la revive Vargas Llosa en su reciente novela histórica El Sueño del Celta. Los horrores de los campos de exterminio nazis palidecen ante las barbaridades de los cultos funcionarios que recibían órdenes del rey de los belgas. Dice Vargas Llosa refiriéndose a Leopoldo II " ... a diferencia de lo ocurrido con el exterminio de seis millones de judíos por el delirio racista y homicida de Hitler, ninguna sanción moral comparable a la que pesa sobre los nazis ha recaído sobre Leopoldo II y sus crímenes..." que implicó el sacrificio de más de diez millones de nativos del Congo.

Todos los horrores: la esclavitud, los saqueos, la piratería, las torturas y asesinatos se han justificado por el negocio, el dinero, la ganancia. A los reyes (y en la época actual a los gobernantes y políticos) les encanta el dinero y no se  miden mucho en los medios que deben de emplear para obtenerlo.

En posteriores comentarios podemos referirnos a reinas ninfómanas, reyes y príncipes con malas costumbres, y de paso a gobernantes con síndromes parecidos.

Isabel I de Inglaterra. La Reina Virgen y negrera