lunes, 4 de junio de 2012

La Antihistoria. O si las cosas no hubieran ocurrido


¿Si el Cristianismo  no hubiera existido...?
El destino de los hombres, de las naciones y en general de la humanidad ha dependido muchas veces de lo que ha podido suceder o no suceder en un momento, un año, un mes o un día determinados. Y si los acontecimientos no hubieran ocurrido, u ocurrieran de manera diferente la historia hubiera cambiado totalmente.

Stefan  Zweig en su obra cumbre "Momentos estelares de la humanidad", nos aporta unas emotivas  narraciones sobre momentos que cambiaron la historia: por ejemplo el momento fatal para Bizancio, cuando sitiada por el poderoso imperio turco, por descuido o por traición alguien dejó abierta la Kerkaporta, una  pequeña y oculta puerta en la muralla que defendía a Bizancio, dando oportunidad para que los turcos penetraran a sangre y fuego. Cayó Bizancio- hoy llamada Estambul por los conquistadores, y toda Europa quedó amenazada por la avanzada del imperio otomano mahometano. Solo fueron frenados en las puertas de Viena, entre otras cosas gracias a los métodos un tanto drásticos del inolvidable príncipe Blad Drácula.  Una puerta abierta cambió el curso de la historia.

Napoleón no hubiera perdido la batalla final de Waterloo si el mariscal Grouchy en un  momento de audacia hubiera decidido regresar para apoyar a su emperador atacado por Wellignton. Si Grounchy se hubiera devuelto la historia de Europa y en especial de Inglaterra hubiera cambiado pues hubieran tenido  Napoleón para muchos años más. "Pero Grouchy, sordo a la llamada del destino, prosigue su fantasmal cacería por los caminos manchados de fango, sin comprender que ha tenido en sus manos, por un instante fugaz, las riendas del tiempo".

Solo por soñar pudiéramos imaginar cómo sería el mundo si algo no hubiera ocurrido, o si hubiera ocurrido al revés. Ante tantas circunstancias que se nos vienen a la imaginación hay una que puede dar resultados impresionantes. Supongamos, sin ser heréticos, que Dios Padre hubiera decidido que aún no era hora de que su hijo viniera al mundo en forma humana, que el cristianismo no hubiera nacido con la llegada de Jesús en Belén, y en consecuencia no hubiera aún surgido la nueva religión que revolcó al imperio romano y cambió usos y costumbres de medio mundo.

Retrocedamos veinte siglos en el tiempo, e imaginemos que Jesús aún no había llegado, y ningún predicador fustigaba a los fariseos; a su vez los romanos no tuvieron que preocuparse por la llegada de ideas foráneas que contradecían a sus dioses y sus costumbres. Pedro y Pablo seguirían pescando, nunca hubieran viajaron  a Roma y Asia proclamando nuevas ideas. Nerón no hubiera encontrado a esas “indeseables” personas que traían tan malas costumbre a Roma y en consecuencia no habría crucificado y quemado a esos alborotadores que se llamaban a sí mismos “cristianos”. El emperador Constantino al no poder ser converso al inexistente cristianismo, no hubiera entregado el imperio de occidente a los papas ya que no hubieran existido. Atila al invadir a Roma no hubiera sido detenido por el papa León. Los barbaros dominarían a Italia y seguirían adelante.

¿Cómo se hubiera desarrollado la Edad Media sin cristianismo, sin monasterios ni catedrales?. Hagamos suposiciones: Al faltar el común denominador de una sola religión, y de un solo idioma, el latín, Europa hubiera permanecido sumergida en la insularidad del feudalismo y difícilmente hubieran surgido las naciones que solo se empezaron a formar en  la alborada del renacimiento.

Ante una Europa disgregada en feudos, los pueblos del oriente: turcos, árabes, chinos, hubieran tomado primacía y poco a poco conquistarían y colonizarían a una Europa incivilizada. Los árabes mahometanos ya eran dueños de casi todo lo que es hoy España y Portugal y avanzaban sobre Francia. Los detuvieron los reyes visigodos y francos en nombre del cristianismo.

Al no existir monjes y  monasterios que preservaran la cultura clásica, Europa hubiera sido un conglomerado de pueblos incultos y seguramente salvajes.

Los países del norte: eslavos y escandinavos seguirían siendo idólatras y salvajes.

Al no haber existido las cruzadas, los europeos no se habrían interesado en aventurarse en busca del oriente. Bizancio al no ser cristiana habría caído muchos siglos antes en manos de guerreros y conquistadores de nuevas religiones, tal vez la misma mahometana.

La arquitectura que hoy adorna ciudades y pueblos europeos y también americanos no existiría, pues buena parte de ella es de inspiración  cristiana.

El descubrimiento de América se hubiera dilatado pues la sed de descubrimientos y conquistas se inspiró no solo en metas comerciales y de ambición  de riquezas sino en la voluntad de difundir la fe cristiana. Seguramente la epopeya del descubrimiento, conquista y colonización hubiera quedado en manos de orientales, chinos o turcos.

Ahora, siguiendo la imaginación, soñemos que ante el panorama de un  mundo sin cristianismo, Dios Padre hubiera decidido que ya en este año, era llegada la hora de enviar a Jesús. Tal vez la transformación del mundo al nuevo orden y la fundación de la iglesia hubieran sido bastante más difícil. Sin  duda Dios sabe hacer las cosas bien y en el momento oportuno.

Conclusión: no es fácil imaginar al mundo de hoy si el cristianismo no hubiera existido.  
 El Papa León detiene a Atila ante Roma. Al no existir Papas los barbaros hubieran dominado Europa

 En la batalla de Roncesvalles se frena la invación mahometana a Francia y el norte de España. Los feudos se unian por el cristianismo.
Este podia ser el panorama de las ciudades

Y París no tendría catedrales sino pagodas o mesquitas.