miércoles, 12 de noviembre de 2014

La Eterna Juventud

LA FUENTE DE LA ETERNA JUVENTUD

Desde los tiempos más remotos de la historia, el agua ha dado lugar a muchos mitos y leyendas. En Babilonia, Egipto, la India, China, el agua fue objeto de encantamientos y supersticiones.
La mitología griega y romana incluía a  las Ninfas  y  Las Náyades, bellas jovencitas que eran las custodias de manantiales de aguas  mágicas, gracias a las cuales las Ninfas no envejecían. Pero además los viejos que se casaban con ellas se contagiaban del don de la juventud.  Hoy lamentablemente no conocemos Ninfas ni fuentes mágicas; existen eso sí las “nínfulas”,  niñitas precoces, o “Lolitas” a quienes acuden  algunos despistados señores maduros, contradictoriamente llamados  “viejos verdes” que vanamente creen pueden rejuvenecer al lado de las nínfulas.
En Delfos, sede del famoso oráculo, manaba la fuente Castalia, de poderosas virtudes.
La biblia narra que desde tiempos remotos existían fuentes y piscinas con potentes aguas curativas, que hoy sabemos eran aguas termales.  
Los romanos descubrieron las propiedades benéficas de las aguas termales, propicias para curar muchas dolencias y relajar los cuerpos cansados por la edad o la fatiga y construyeron las famosas termas, que son los antecesores de  los actuales SPA, siglas latinas de  Salutem Per Acuam, la salud por el agua.
El cristianismo instituyó el agua del  bautismo que abre la puerta a la vida eterna. El rio Jordán era el de las aguas bautismales.
En la Edad Media los baños y la higiene personal eran tema poco usual, pero sin embargo aparecen referencias a ciertas fuentes de los placeres, el Bosco y Lucas Cranach dejaron entrever en sus tablas y lienzos algunas referencias a esas piscinas y fuentes.
La religión católica vincula diversas apariciones de la Virgen María con fuentes que generan sanaciones. Recordemos la fuente de Lourdes en Francia,  y en  nuestro medio provinciano el agua de la Virgen de Torcoroma en Ocaña.
De modo que ciertas aguas de fuentes especiales, están asociados desde todos los tiempos a  mitos y leyendas, a salud, a juventud, o a virtudes medicinales.
Los alquimistas y nigromantes medioevales dentro de sus afanes por encontrar la piedra filosofal, o fórmula magna, que convertiría el plomo en oro, también buscaban el elixir y la fórmula de la inmortalidad. Por ello es permanente el interés por encontrar una fórmula que otorgue la “Eterna Juventud”.
El descubrimiento de América por los españoles dio lugar a que circularan las mas inverosímiles leyendas y fantasías, alimentadas por la mente febril de quienes se aventuraron a embarcarse en pos de lo desconocido y cuya imaginación alimentada por las mal traducidas narraciones de los nativos, generaron leyendas que perduraron por siglos.
Una de esas leyendas fue la de del fabuloso  El Dorado. La otra, la búsqueda de la Fuente de la Eterna Juventud.
Recién se iniciaban los primeros años de la exploración y conquista de las enormes tierras de la América, cien veces más grande que la misma España, cuando los intrépidos marinos y conquistadores se interesaron en preguntar a  los indios  ¿Dónde se encuentra el oro?  Algún indio dejó escapar un comentario sobre una fuente cuyas aguas no dejaban envejecer a quienes se bañaban en ellas o las tomaban.
Juan Ponce de León escuchó esa noticia. Era terco, soñador y planificador. Y pese a que  la empresa de conquistar, colonizar y poblar el Nuevo Mundo, era de proporciones inimaginables organizó a su costa una flota de tres barquitos, precariamente orientados por una insegura brújula y sin mapas (pues no se esperaron a comprar un modesto equipo de posicionamiento geosatelital),  se lanzaron a la búsqueda de esa misteriosa tierra, en la cual se encontraba la Fuente de la Eterna Juventud.  Hizo más o menos lo que ahora hacen los cubanos que desesperados con los hermanos Castro quieren huir de Cuba y llegar a la Florida embarcándose en lo que puedan, desde una balsa a una canoa.
El entusiasta Ponce de León  zarpó en 1513 y llegó a lo que creyó era una isla que bautizó como La Florida, por haber llegado el día de Pascua Florida.
Iniciada su exploración se tropezó con los inclementes pantanos de los Everglades, los cocodrilos  y con la fiereza de las tribus indias. Resultó flechado y frenado un tanto su optimismo, aceptó la humillación del fracaso y regresó a Puerto Rico  en donde se le rinde homenaje a su memoria.
Ponce de León dejó abierta la inquietud de la Fuente de la Eterna Juventud, y otro  más terco y emprendedor retomó la búsqueda para protagonizar una de las más increíbles odiseas de la historia de todas las expediciones y conquistas.
Alvar Núñez Cabeza de Vaca.  Nueve años secuestrado y extraviado. El increíble viaje a pie de la Florida a Baja California.
El joven hidalgo don Alvar Núñez Cabeza de Vaca, por los años de 1525 también había oído en España la leyenda de un jardín que escondía multitud de tesoros y la fuente de agua cristalina, la "Fons Juventutis"  que otorgaba la eterna juventud a quien de ella bebiera.  Tanto jóvenes como viejos, y más los viejos que los jóvenes, saben que el mayor tesoro es la juventud.
Obsesionado por lograr lo que Ponce de León no logró, se embarcó, como segundo al mando en la expedición capitaneada por don Pánfilo de Narváez. Destino: explorar la Florida, donde las leyendas situaban la Fuente.
Desembarcaron e iniciaron las extenuantes caminatas a través de selvas y pantanos.  Después de dos meses de insoportables penalidades, ataques de las tribus, hambre, enfermedades, optaron por regresar al sitio de desembarque.
La angustia fue enorme al descubrir que los barcos habían abandonado su puerto y regresaron a la Española (Hoy Santo Domingo y Haití)  pensando que los expedicionarios habían muerto en su empeño.
Pasaron nueve años desde el triste final de la expedición. Ya pocos recordaban a estos hombres. Por demás que la desaparición de grupos de conquistadores perdidos en las selvas americanas era muy frecuente.
Para ese momento, ya los conquistadores habían tomado y poblado a la Nueva España, el México de hoy. Así fue como un día, nueve años después, unos caballeros españoles  que incursionaban por un desierto en cercanías de Culiacán, vieron lo que podía parecer una alucinación: a lo lejos un grupo de trece escombros humanos, semidesnudos, gritaban: “!...somos españoles…”
Ese día reapareció Alvar Núñez Cabeza de Vaca.
Increíblemente habían caminado en busca de la civilización a través de lo que hoy es el sur de los Estados Unidos y Baja California en México. Habían atravesado el continente del Atlántico al Pacífico, a pie y en las más duras condiciones.  Tampoco encontraron la escondida Fuente de la Eterna Juventud.
Pero lo más increíble, es que pese a esta cruel experiencia, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, como ejemplo de tercos, de optimistas y de emprendedores, se embarcó de nuevo y vivió muchas más aventuras. Poco después ya estaba descubriendo tierras en Paraguay, maravillándose ante las cataratas de Iguazú y le sobró tiempo para escribir un libro en que narra sus increíbles aventuras: “Naufragios” cuya lectura recomiendo.  
Pese a los fracasos de Ponce de León y de Núñez Cabeza de Vaca los humanos seguimos pensando en que debe existir algo que, si no otorgue la eterna juventud a que estaba condenado Dorian Gray, si por lo menos retrase o haga menos dura la humillación del envejecimiento.  La ciencia trabaja en eso. Y logra resultados.
¿Pero hacer a la humanidad más vieja es solución? ¿O es problema?
Hace años, el promedio de vida era de menos de cuarenta años. Fue aumentando y hoy ese promedio supera los setenta y cinco años. Eso quiere decir que el mundo se está llenado de viejos, y por lo tanto de problemas.
¿Valdrá la pena conseguir la fuente de la eterna juventud a base de hormonas, cremas, algas, vitaminas y yerbas raras, o de matrimonios con “nínfulas”?.¿ O será mejor dejar que todo fluya naturalmente?. Algunos nacieron para llegar a viejos y muy viejos. Otros se  verán muy satisfechos con no llegar a ser ancianos antes de tiempo y de saberse ir a la hora indicada.
Algunos soñadores piensan en que no es el cuerpo el que debe eternizarse sino la mente. Se propone un banco de cerebros, que se organizaría mediante copias biotecnológicas de cada cerebro, copia que podrá activarse en un computador en cualquier tiempo y saber lo que una persona sabía o pensaba. Un cerebro cabría sobradamente en una USB  ¿Será otra forma de inmortalidad?   Por mí,  prefiero seguir soñando e incursionando por los más remotos lugares de la geografía al estilo de Cabeza de Vaca y de Ponce de León. Por lo menos mientras pueda moverme por mis propios medios. Ya está definido el próximo viaje y la próxima navegación siguiendo la ruta de los Argonautas.

Hebe, de la mitología griega llamada Juventas en la mitología romana, era una divinidad con el poder de rejuvenecer a los ancianos.

Luicas Cranasch idealizó la fuente de la juventud en su famoso cuadro.


viernes, 29 de agosto de 2014

LOS SEIS FELIPES DE ESPAÑA

LOS SEIS FELIPES DE ESPAÑA.
De Felipe I a Felipe VI

Don Felipe de Borbón y Grecia, reinará como Felipe VI de España, el hecho de ser el sexto Felipe, me indujo a curiosear sobre los anteriores Felipes que en siglos anteriores reinaron en España y su vasto imperio. Pero previamente me remonto a uno de los primeros Felipes de la historia antigua: Filipo II de Macedonia, el padre de Alejandro Magno. Felipe es por lo tanto un  nombre griego y es interesante conocer su etimología:   en griego Φίλιππος (filos): ‘amigo’; e ἵππος (ippos): ‘caballo’. “Amigo de los caballos”, lo cual puede aplicarse  muy  bien a  varios Felipes de España. (cita aportada por Roger Huet).

Felipe I el Hermoso. Nació en 1478 en Brujas, hoy Belgica, y en esa época parte del sacro imperio austríaco. Hijo del emperador  Maximiliano I de Austria y de María de Borgoña. Para fortalecer la alianza hispano austriaca y enfrentar a Francia se pactó casar a Felipe con la Infanta Juana, hija de los reyes Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla. Los casaron en Bélgica en 1496. La muerte de la reina Isabel convirtió a Juana en heredera de la corona española, y a su esposo Felipe en Rey consorte de España. Con él se inició la dinastía llamada casa de Austria o dinastía de los Habsburgo en territorios de la actual España.
De este matrimonio nació Carlos de Habsburgo. Quien años después sería conocido como Carlos V emperador del Sacro Imperio y  Carlos I como Rey de España
Felipe I Pasó a la Historia con el apelativo de don Felipe el Hermoso y por sus aventuras extraconyugales. Murió  en Burgos a sus 28 años, cuando se dirigía a Madrid.
La reina doña Juana I, enloqueció. Se negó a dejar enterrar a su esposo y paseó su cadáver desde Burgos hasta Sevilla, en un maloliente cortejo fúnebre. Se ganó el nombre de doña Juana “la loca”.
Felipe I El Hermoso
No confundir a este Felipe I El Hermoso, con otro del mismo  nombre: Felipe IV el Hermoso, Rey Capeto de Francia en el siglo XIV, famoso por su pelea con los Papas y por haber condenado a la hoguera a los caballeros templarios y por la maldición le hizo el gran maestre templario Jacques de Molay desde la hoguera: “Papa Clemente, rey Felipe: antes de un año yo os emplazo a comparecer ante el tribunal de Dios para recibir vuestro justo castigo. ¡Malditos, malditos! ¡Seréis malditos hasta la trece generación de vuestra estirpe!”  Por cierto que la maldición se cumplió y antes del año el Papa y el rey habían muerto.  

Felipe II de Austria. Hijo del emperador Carlos V (Carlos I como rey de España) e Isabel de Portugal, nació en Valladolid el 21 de mayo de 1527.  Antes de ser rey de España un matrimonio con María I de Inglaterra, lo convirtió  temporalmente en rey de Inglaterra,  entre 1554 y 1558.  Al morir María, Felipe  dejó de ser rey. A María la sucedió su hermana media  Isabel I de Inglaterra, enconosa enemiga de Felipe.
Subió al trono cuando Carlos V de Alemania y I de España abdicó.
Felipe II gobernó directamente y con mano fuerte. Oprimió cruelmente a los países bajos que estaban sometidos a España. Consolidó la conquista y consolidación de las colonias americanas. Sus navegantes llevaron su imperio hasta el oriente. En su honor se denominaron las Islas Filipinas, y  en  Cartagena el gran castillo fortaleza de San Felipe.
Su personalidad es muy controvertida históricamente. Su carácter sombrío y sus trajes negros al igual que su fanatismo religioso y su encono contra Inglaterra, lo hacen ver ante los anglosajones como un déspota.
En España se le reconoce que en su reinado se impulsaron la navegación, la colonización y poblamiento de América y la colonización del oriente asiático que convirtieron a España en la primera potencia mundial.  El imperio español se extendió por todos los continentes de la tierra, por lo cual resulta cierta la afirmación del rey de que “en mi imperio no se pone el sol”. Fue  Felipe II quien convirtió a Madrid como capital de España.
Felipe II embarcó a España en permanentes y ruinosas guerras que consumían todas las riquezas que venían de las colonias. El pueblo sufrió de hambre, reclutamientos y devaluación. Es en estos años, cuando se incrementa la salida de españoles a América en busca de mejores horizontes.
Felipe II acumuló una enorme cantidad de títulos, reinos y colonias:Rey de Portugal. Soberano de los Países Bajos. Duque de Borgoña. Rey de España, Sicilia y las Indias.
Cuatro veces se casó y cuatro veces enviudó. Su tumba la rodean las estatuas de sus esposas: María Manuela de Portugal. María I de Inglaterra. Isabel de Valois.  Ana de Austria
No puede pasarse por alto una desgraciada y novelesca historia que vincula al Rey Felipe II con su hijo don Carlos y que ha dado lugar a novelas y a la ópera Don Carlos. 
El príncipe Carlos nació en 1545, hijo de su primera esposa María de Portugal. Sus problemas mentales eran evidentes y se achacan a una genética debilitada por los matrimonios entre familiares cercanos. Su padre Felipe, había acordado con el rey de Francia que  Carlos se casara con Isabel de Valois,  nieta del rey. Pero luego Felipe determinó que era él quien debería casarse con Isabel. Este es el argumento de la opera que presenta a don  Carlos como un romántico joven desplazado por su propio padre. La verdad histórica revela que en su locura conspiró contra su padre para liberar a los Países Bajos, que intentó acuchillar al Duque de Alba y ante su peligrosa locura obligó a que se le recluyera como prisionero.
A los 41 años Felipe II de nuevo viudo y sin descendencia masculina vivió los años más difíciles de su reinado: rebelión en los Países Bajos y las Alpujarras. Avance del protestantismo. Los asaltos de los piratas ingleses en el Atlántico y musulmanes en el Mediterráneo.  Se casa por cuarta vez, con Ana de Austria, hija de su primo el emperador Maximiliano II. De este matrimonio (otra vez entre primos) nace quien sería el futuro tercer Felipe.
Pese a su carácter sombrío, los chismes que se cuelan entre las cortinas de las historias palaciegas, sugieren que Felipe II no fue indiferente a la belleza, gracia e inteligencia de la bella Princesa de Éboli la del ojo tapado con el conocido parche  negro, y quien fuera una de las mujeres más poderosas y  bellas de la España de esa época: Doña Ana Mendoza de la Cerda conocida como la Princesa de Éboli, era la única hija de don Diego Hurtado de Mendoza, virrey de Perú. Ella es un personaje novelesco de la cual vale la pena una crómica futura.
En lo personal, pese a su poderío Felipe II fue un rey que nunca ostentó, vestía sin pompa, como un burgués común y corriente se paseaba a pie desechando la carrosa, y pese a ser muy parco en palabras conversaba con la gente con la que se encontraba. Tenía fama de nunca sonreír.
 

Felipe III el Piadoso.
Nace en Madrid el 14 de abril de 1578. Fallece a los 42 en 1621. Rey de España y de Portugal desde el 13 de septiembre de 1598 hasta su muerte.
En 1598 lo casaron con la archiduquesa Margarita de Austria-Estiria, nieta del emperador Fernando I.
Consciente de sus limitaciones intelectuales y políticas y para poder disfrutar de sus aficiones: el teatro,  la pintura, los caballos y la caza delegó los asuntos de gobierno en manos de ministros. Creo la institución del “Valido” para designar con ese título a un superministro  dotado de enormes poderes. Fue famoso como Valido el duque de Lerma, quien gobernó con todos los poderes, logró grandes triunfos militares y diplomáticos pero malversó en su propio beneficio la hacienda pública. El duque fue muy controvertido y el rey se vio obligado a despojarlo de sus poderes. Caído  en desgracia por sus dudosos manejos, para evitar ser juzgado se hizo ordenar como Cardenal. Este famoso Duque fue uno de los inventores del boon inmobiliario pues se dedicó a la compra masiva de propiedades.
Le correspondió al reinado del tercer Felipe el llamado Siglo de Oro literario. Miguel de Lope de Vega, Quevedo,  Góngora. Igualmente fue la época de los grandes pintores. Bajo su reinado España consolidó su máxima expansión territorial.
Felipe IV. En 1621 fallece Felipe III y le sucede su hijo Felipe IV.
Nació en Valladolid en 1605 y fallece a los 60 años en Madrid. Tuvo un largo reinado: más de 44 años.
Continuó con el estilo de gobernar apoyado en “validos”, haciéndose famoso don Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares.
La figura del Conde-Duque en cierta forma opaca la imagen del rey. Por ello muchos capítulos de la historia referencian más intensamente a Olivares que al Rey. Inclusive su personalidad compleja y muy interesante fue analizada por el gran don Gregorio Marañón, en su libro novela “Historia de un  Resentimiento”.
Como todo poderoso termina por caer, el Conde-Duque de Olivares cayó en desgracia ante el rey quien ordenó su destierro. Felipe IV se vio obligado a asumir más directamente el gobierno, asesorado por ministros menos poderosos: Luis Méndez de Haro, y el duque de Medina de las Torres. Se inicia el famoso resentimiento del Conde-Duque de Olivares.
Las enconosas rivalidades entre la católica España de los Felipes y la protestante Inglaterra de Isabel, se mejoraron cuando a la muerte de Isabel I de Inglaterra, llegó al trono ingles Jacobo I de Inglaterra, quien en 1604 firmó la Paz de Londres, y las relaciones comerciales y diplomáticas entre ambos países mejoraron.  El rey Jacobo quiso casar a su hijo Carlos, Príncipe de Gales,  con la infanta María Ana de España y se iniciaron  las negociaciones matrimoniales. 
Siglos más adelante  el fallido amor del príncipe  Carlos da el argumento para una novela de Pérez-Reverte y su famoso Capitán Alatriste: Carlos el joven y apuesto Príncipe de Gales enamorado de su hasta en ese entonces desconocida infanta María Ana, y como las negociaciones se demoraban, resuelve ir de incognito a España a conocer y enamorar a la infanta, acompañado de su amigo igualmente joven el duque de Buckingham. Carlos  no es bien recibido y regresa profundamente resentido a Inglaterra. Este fracasado viaje romántico es la base de la  novela. Carlos poco después es coronado rey de Inglaterra y toma revancha declarando la guerra a España. Se ha iniciado la llamada Guerra de los 30 Años. Carlos I infortunado en el amor, también lo fue en la política. Derrotado por Cromwell,  es depuesto,  juzgado y decapitado. Trágico fin para un  romántico rey.
Volviendo al famoso Conde-Duque se le anota que se propuso frenar la corrupción administrativa, o por lo menos “reducirla a sus justas proporciones” y para este fin estableció que todo funcionario tenía que entregar un inventario de sus bienes al entrar y salir de sus cargos.
En el reinado de Felipe IV se agravaron las relaciones con Cataluña, siempre renuente a acatar las disposiciones del gobierno central y a hacer valer sus fueros históricos.
De levantamiento y motines se pasó a la ruptura con Madrid.  Se inició la guerra entre el rey de España y Cataluña. Tras 15 meses de asedio, Felipe IV logró tomar Barcelona. Es una vieja historia, con resentimientos que reviven en los momentos actuales.
Se destacó por su apoyo a las letras y las artes. De su pasión por la pintura queda constancia en el Museo del Prado en donde posa gallardamente a caballo. En fin de fines es un  Felipe.
Felipe IV contrajo matrimonio en 1615 con Isabel de Borbón (hija de Enrique IV de Francia) con quien había sido prometido a la edad de 6 años. Su heredero  Baltasar Carlos príncipe de Asturias murió adolecente y  no reinó. Se inmortaliza con el regio cuadro que muestra al joven príncipe niño a caballo y que se admira en el museo del Prado.
Viudo  de Isabel, se caso con su sobrina Mariana de Austria  hija del matrimonio entre su hermana María Ana de España y el emperador Fernando III de Habsburgo.  De ese matrimonio solo era de esperar una descendencia tarada. Así fue: su hijo, el rey Carlos II, llamado El Hechizado, pobre personaje en quien se dieron cita todos los retardos físicos y mentales. Con el terminó la dinastía de la casa de Austria o de los Habsburgo.
En lo personal Felipe IV es descrito por sus biógrafos:  “… como un hombre de carne y hueso, apasionado de las artes, en especial de la pintura y el teatro, inteligente, muy culto y lleno de ganas de vivir, aficionado a la caza, a los toros y a las mujeres (con predilección por estas últimas).
Esta afición se evidencia con la larga (casi que telefónica) lista de sus hijos extramatrimoniales, que por cierto siempre fueron dotados de títulos importantes y que por no ser hijos de su esposa prima y sobrina, no resultaron con taras y retrasos. A título de chisme vale la pena dar un listado (dicen que apenas parcial) de esos hijos que prueban la gran afición de Felipe IV por las mujeres:  
Fernando Francisco Isidro de Austria, con María de Chirel.
Juan José de Austria con la actriz María Inés Calderón. Presidió el gobierno entre 1677 y 1679.
Alonso Henríquez de Santo Tomás, con Constanza de Ribera y Orozco, dama de honor de la reina Isabel de Borbón. Obispo de Málaga.
Alonso Antonio de San Martín con Mariana Pérez de Cuevas. Obispo de Oviedo y Cuenca.
Fernando Valdés (1638 - 1702), con Ana María de Uribeondo. Gobernador de Novara.
Carlos Fernando de Austria con Casilda Manrique de Luyando y Mendoza guarda mayor de las damas de la archiduquesa Mariana de Austria.
Juan Cossío con Teresa Aldana. Fue monje agustino y predicador desde 1655.
Ana Margarita de Austria, habida con Margarita de La Escala. Monja priora del madrileño Real Monasterio de la Encarnación.
Buen papá si fue.

Felipe V de Borbón, rey de España
Llamado el Animoso (¿animoso??), nació en  Francia en el palacio real de Versalles, en 1683, y muere en Madrid en julio de 1746.
Este príncipe francés llega a ser rey de España pues al  morir Carlos II “El Hechizado”, sin poder tener descendencia dada sus taras físicas y mentales, España se quedaba sin rey.
Por acuerdos diplomáticos entre los ministros españoles y el rey de Francia se acordó elegir a Philippe de Bourbon, duque de Anjou, nieto por tanto del rey Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria, infanta de España.
Llegó a España para aprender español y ser coronado rey en 1700 iniciándose con él la dinastía de los  Borbónes en España.
Su título de rey fue desconocido por el emperador de Austria iniciándose la llamada guerra de sucesión Española, finalmente ganada por el rey  Borbón.
Gobernó auxiliado por importantes ministros y en especial por su segunda esposa Isabel Farnesio.
Bien pronto fue evidente que la salud mental del rey era deplorable. Sufría de permanentes depresiones y de rasgos de locura. En enero de 1724 abdicó en favor de su hijo Luis quien muy joven asumió el trono. Pero Luis I falleció ocho meses después. A la  muerte de su hijo se presentó el dilema de si un rey que había abdicado podía reasumir el trono, o si su otro hijo menor debería ser el rey. A sus ministros les interesaba el retorno de Felipe pues ya definitivamente loco lo  podían manipular  junto con su esposa. Por ello Felipe reinó dos veces.
Su demencia era tan evidente que debían tenerlo oculto.  Se narra que “ se había empeñado en llevar siempre una camisa usada antes por la reina, porque temía que le envenenasen con una camisa; otras veces prescindía de esa prenda y andaba desnudo ante extraños; se pasaba días enteros en la cama en medio de la mayor suciedad, hacía muecas y se mordía a sí mismo, cantaba y gritaba desaforadamente, alguna vez pegó a la reina, con la cual se peleaba a voces y repitió tanto sus intentos de escaparse que fue preciso poner guardias en su puerta para evitarlo. …” También se decía que el rey decretó que estaba muerto y solo resucitaba si el famoso castrati Farinelli acudía a su palacio y cantaba.

Felipe VI. Es el actual joven rey de España y su figura es muy conocida pues tanto la llamada prensa o revistas del corazón, como los medos serios le reconocen méritos y preparación, además de la independencia, que le llevó a desechar los protocolos matrimoniales de conveniencia política para casarse por amor con la bella reina Letizia. Como sabemos a través de los medios, Felipe es un rey moderno, educado para ser rey. Pasó como cadete por todas las armas: ejército,  marina, aviación, estudió en prestigiosas universidades y tiene carisma.  Pese a lo anticuado que suena eso de tener rey, a varios países europeos les agrada esa institución y la mantienen Esperamos que le vaya bien.

Felipe I El Ermoso
Felipe II

Felipe III

Felipe IV

Felipe V y su esposa Isabel Farnesio
Felipe VI y sus hijas las Infantas

miércoles, 21 de mayo de 2014

HABLANDO DE MUJERES MALAS Y PELIGROSAS


 
Ya había hablado de mujeres de novela, esas que existieron sin existir, hijas de la imaginación del novelista, pero que crearon prototipos de mujeres que no se olvidan.
Hoy me referiré también a mujeres de novela, pero de mujeres peligrosas, algunas malas, inquietantes.

Algunos novelistas parece haberse especializado en crear prototipos de mujeres peligrosas, pero adornadas de características de belleza, ingenio, simpatía que las hace encantadoramente peligrosas.
Arturo Pérez-Reverte (Cartagena-España)   es un maestro en la creación de ese tipo de damas. Veamos algunas: en "La Piel del Tambor" nos trae a Macarena, la muy noble duquesa sevillana, seductora de cuestionados banqueros y de un psicorrígido y elegante sacerdote de la diplomacia vaticana. La intrépida mexicana Teresa Mendoza protagonista de "La Reina del Sur", aventurera, contrabandista, líder.  La enigmática, traicionera y profundamente maquiavélica Tánger Soto, en "La Carta Esférica".   Una de sus recientes creaciones: Mecha Inzunza, calculadora y ambiciosa  protagonista  de "El Tango de la Guardia Vieja" mujer que  "Parecía salir de las páginas selectas de una revista ilustrada: lucía collar largo de perlas y pendientes a juego. Esbelta, tranquila, caminando firme sobre tacones altos en el suave balanceo de la nave, su cuerpo imprimía líneas rectas y prolongadas, casi interminables, a un vestido verde jade largo y ligero, que desnudaba sus brazos, hombros y espalda hasta la cintura."

Son muchas más las mujeres peligrosas o trágicas que desfilan en las numerosas y aplaudidas novelas de Pérez-Reverte, entre ellas doña Inés de Alcozar, la damita de honor pintad por Velásquez en Las Meninas, infantil novia secreta del paje del capitán Alatriste.

Mario Vargas Llosa, se supera al crear a una súper perversa en su novela "Travesuras de la Niña Mala". Lily, la Niña Mala, atrae irresistiblemente a sus enamoradas victimas, convirtiéndose al final  ella misma también víctima. Lily interesada en los movimientos de la izquierda beligerante encarna a ciertas universitarias que conocimos en los años cincuenta y sesenta, enamoradas del Che y de la izquierda internacional.

La niña mala de Vargas Llosa se acerca a la bellísima Severine, esa enigmática mujer que Buñuel plasmó en "Belle de Jour", (guion sobre la novela de Joseph Kessel).  Catherine Deneuve  inmortalizó a la correcta y burguesa, esposa de día,  pero que en las tardes complace todos los gustos perversos de los clientes de un elegante prostíbulo.  Severine nos deja una duda: ¿era realmente perversa?, o solo increíblemente curiosa por experimentar lo prohibido y abyecto?

Imposible no mencionar a un prototipo de  mujer, o mejor, de niña peligrosa: Lolita, hija de la mente febril de Nabokov. Las Lolitas, son un espécimen que no es extraño en todos los medios y que es común denominador de una categoría de nínfulas, niñas adolecentes, maliciosas, provocadoras, descaradamente coquetas con los hombres mayores, y que con aparente inocencia los arrastran a situaciones inmorales y fuera de la ley. El amigo Silvio Berlusconi nos puede ilustrar a este respecto.

El gran novelista brasileño Jorge Amado crea figuras femeninas de gran simpatía y calor humano, algunas simplemente liberadas, o condescendientes como Gabriela Clavo y Canela, doña Flor y sus dos maridos, o Teresa Batista cansada de guerra. Pero una de verdad mala es recreada en: “Tieta do Agreste”. Antonieta -Tieta- es la muchacha pueblerina, pastora de cabras, que es expulsada a los 17 años de su casa y de Agreste, su pueblo,  por un haber perdido la virginidad. Se traslada a Sao Paulo, en donde encuentra fortuna ejerciendo con éxito comercial la más antigua profesión de la historia. Ya cuarentona regresa a su pueblo, precedida de la fama de ser la rica viuda de un acaudalado aristócrata de Sao Paulo. Ante su falsa viudez, pero real riqueza, el pueblo y su familia olvidan el motivo de su exilio, se convierte en un influyente personaje, se disputan su amistad, la agasajan. Pero ella no puede olvidar sus ardores y enamora a su joven sobrino a quien hace desertar del seminario. Incesto, escándalo y todo lo demás. Definitivamente mala y peligrosa.

Sábato, trae una mujer enigmática y perturbadora: Alexandra.

Una de  mis mujeres peligrosas favoritas es Carmen la sevillana, inmortalizada en la  novela de Prosper Merimé, y en  la opera del mismo nombre, de Bizet. Carmen es la sublimación de la coquetería descarada y de la volubilidad, especialista  en despertar el demonio de los celos, encarna el temperamento fogoso y aventurero, la búsqueda y encuentro con la tragedia. Carmen es inolvidable y fascinante. Es la mujer fatal.

Estados Unidos nos aporta a Scarlet O´Hara, (Lo que el Viento se Llevó). Scarlett es todo lo contrario de la esposa abnegada, amorosa y fiel. Es vanidosa, caprichosa y manipuladora.

La literatura infantil y ahora la literatura de los comics o tebeos, aporta otras mujeres a las cuales los psiquiatras actuales les dan perversos simbolismos: Caperucita Roja, la Bella Durmiente, Blanca Nieves y sus siete enanitos. Y para dar gusto a un amigo columnista del diario local me atrevo a citar a la Mujer Maravilla, que le inspiró encendidos sueños eróticos.

Dostovieki crea en su monumental novela “Los Hermanos Karamasov” tres mujeres profundamente diferentes y de marcada personalidad.

La pequeña Liza, que se propone ruborizar y enamorar al joven y piadoso seminarista Aliocha. Pero ella no es mala, solo coqueta.

Katia, la culta y burlada  novia de Dimitri, no es mala, solo despechada y vengativa. Katia es la encarnación del orgullo pisoteado, que se debate entre el amor y el odio, entre el deseo de salvar a Dimitri o de hacerlo condenar.

La mala es Gruschenka la encantadora cortesana dotada del don de enceguecer a los hombres. Amante del padre de los Karamasov, no tiene reparos en enamorar a su hijo Dimitri, de quien termina enamorada. Dimitri,  acusado de la muerte de su padre es juzgado y condenado a prisión en la temible Siberia. Ella cuando culmina el juicio y pese a estar enferma resuelve compartir el destino de condenado y acompañarle a Siberia.  Aliocha el hermano menor de esa compleja familia, la describe en ese momento:  “…Gruchegnka estaba entonces más seductora.../...Los ojos de la enferma habían cobrado un matiz de resolución, una expresión serena pero inflexible, que se manifestaba en todo su ser. Entre sus cejas había aparecido un ligero pliegue vertical que daba a su hermoso rostro una expresión reconcentrada y algo severa a primera vista. De su reciente frivolidad no quedaba el menor rastro.../… De su mirada había desaparecido la altivez, para ceder su puesto a una especie de brillante dulzura a la que a veces se mezclaban maléficos resplandores.”  El amor redime las maldades de la seductora Gruchegnka.
 


 
                 

viernes, 25 de abril de 2014

Destinos trágicos II


En mi anterior ensayo anecdótico esbocé la trágica muerte de la reina  María Estuardo de Escocia y del rey Carlos I de Inglaterra, dos reyes condenados a morir decapitados.  Hoy recordaré a un emperador fusilado y un presidente ahorcado.

Un Emperador fusilado.- Maximiliano I de México. *Viena, 6 de julio de 1832 -+ Santiago de Querétaro, 19 de junio de 1867.

México en 1863 sufría uno de sus cíclicos momentos de inestabilidad política. profundas divisiones y guerra civil. Gobernaba el presidente Benito Juárez, y sus políticas de expropiaciones y anticlericalismo condujeron a la rebelión del partido conservador y a la guerra civil. El conflicto se internacionalizó pues  Napoleón III interesado en adquirir influencia en América y frenar el expansionismo de Estados Unidos envió tropas francesas en apoyo del partido conservador. Asediado, Juárez abandonó la capital y ejerció la presidencia de manera itinerante por diferentes regiones del norte. En medio de ese estado de guerra, los tradicionalistas ante la dificultad de ponerse de acuerdo para elegir presidente, resolvieron buscar un emperador ajeno a su patria. En fin de fines México ha tenido tradición de imperio: el imperio Azteca, el Maya, Iturbuide y sus presidentes autoritarios.  Napoleón III sugirió a  Maximilian von Habsburg-Lorraine, Archiduque de Austria,  hermano del Emperador Francisco José y segundo en la línea de sucesión del imperio Austro Húngaro. Se le recuerda por su elegante estampa, su gran cultura y refinamiento. Se  casó por amor, cosa poco común en la realeza, con la princesa Carlota Amalia de Bélgica, hija del rey Leopoldo I de Bélgica.

En octubre de 1863 la delegación mexicana le pidió aceptar ser emperador de México.  Maximiliano idealista acepta, renuncia a la posibilidad de heredar la corona imperial de Austria.  Aclamado a su entrada a ciudad de México, instaló su corte en el palacio de Chaputepec. Fue coronado el 10 de abril de 1864 en la Catedral Metropolitana de México, todo ello en medio de la guerra civil.

México,  imitó la refinada y elegante vida social vienesa, el vals penetró en los salones. Los mariachis adquirieron reconocimiento social pues eran los invitados a amenizar los matrimonios - mariages en francés-  (dicen que de la mexicanización de mariage salió la palabra  mariachi).

Maximiano se preocupó por la educación y la cultura, y la asistencia social. Pero a nadie le gusta ver tropas extranjeras luchando contra sus compatriotas así sean estos sus rivales políticos. El presidente  Benito Juárez empezó a recibir apoyo de todos los sectores. Estados Unidos, veía con  recelo la influencia europea cerca de sus fronteras y terminada su propia guerra civil, apoyó decididamente a Juárez. Simultáneamente Napoleón III ordenó que sus ropas regresaran a Francia para prepararse a una nueva guerra con su vecina Prusia. Maximiano quedó sin apoyo, pero se negó a abdicar y regresar a tiempo a Europa. Su batalla final fue en Querétaro en donde se rindió junto con sus generales mexicanos  Miramón y Mejía. Sometidos a consejo de guerra, el tribunal militar los condenó a muerte por fusilamiento. Juárez no conmutó la pena para  que en todo el mundo se supiera que ningún extranjero podría en adelante gobernar a su país.

El fusilamiento: Maximiliano  fue ejecutado en el Cerro de las Campanas de Querétaro, el 19 de junio de 1867, junto con Miramón y Mejía. Se levanta en la madrugada, viste de gala, y después de oír misa  desfila rumbo al cerro de las Campanas. "Es un bello día para morir", dice. Escoltados por cuatro mil soldados del ejército republicano los tres sentenciados se colocan frente al paredón de adobe. Maximiliano da un fuerte abrazo a sus generales,  pidió a los fusileros que apuntaran al corazón para  no desfigurar su rosto y pronunció sus palabras finales: "¡Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria! ¡Viva México! Tres escuadras de siete tiradores cada una dieron cumplimiento a la sentencia. No murió en el acto y fue necesario que un soldado le diera el tiro de gracia, directo al corazón. El cadáver del Emperador, fue llevado a Austria en la fragata Novara en 1867, irónicamente la misma que le había traído en 1864. Carlota enloqueció y falleció en 1927, 60 años después del fusilamiento del emperador.

El pelotón de fusilamiento se volvió muy popular en México en especial en la revolución mexicana. Tampoco se ha vuelto a saber de nadie que desee ser coronado como rey o emperador de México.


Un presidente ahorcado. Zulfikar Ali Bhutto Presidente de Pakistan. Larkana, *1928 - Rawalpindi, 1979.

De influyente familia pakistaní estudió en universidades de Inglaterra y Estados Unidos.

Al terminar sus estudios de derecho regresó a su patria y ejerció como abogado y profesor de derecho. Desde muy joven fue llamado a importantes cargos diplomáticos y gubernamentales: embajador en la ONU, ministro de Comercio,  ministro de Asuntos Exteriores (1963). Lideró su propio Partido del Pueblo de Pakistán de orientación comunista línea Mao, y se opuso al gobierno de ese momento. Al caer el gobierno por el golpe de Estado de Aga Yahya Kan de 1969 fue nombrado primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores (1971).

Tras la dimisión  de Aga Yahya Kan,  Bhutto se convirtió en el primer presidente civil de la República pakistaní. En esos años, algún analista político colombiano comparó la carrera política y la educación de Bhutto con la del colombiano Alfonso López Michelsen: descendientes de familias poderosas, fundadores de partidos de izquierda y presidentes de sus países.

En 1977 fue derrocado por el general Zia Ul-Haq quien  le condenó a muerte. El 4 de  Abril de 1979, Zulfikar Ali Bhutto, fue ejecutado ahorcado.  Ante el patíbulo Bhutto se descompuso, entró en pánico y sus verdugos necesitaron llevarle atado en una camilla para colgarlo.  La política voluble: poco después su hija, Benazir Bhutto le sucedió al frente de su partido y derrotado el dictador Zia, llegó a ser primera ministra en 1988-90 y otra vez en 1993-96.


Maximiliano I de Mexico

Zulfikar Ali Bhutto Presidente de Pakistán

martes, 8 de abril de 2014

DESTINOS TRÁGICOS


DESTINOS TRÁGICOS

La pena de muerte existe desde los albores mismos de la humanidad, y en este siglo, de refinada civilización y tecnología se sigue aplicando, con o sin juicio previo.

Se aplica con el refinamiento  que solo la mente humana pueda imaginar: a piedra, muy del gusto de los países islámicos, decapitación, descuartizamiento, horca, hoguera,  fusilamiento,  y los sistemas "humanitarios" del gusto estadunidense: silla eléctrica,  gas,  inyección letal, o el tiro en la nuca como en la republica Popular China.

Históricamente la ejecución de reos comunes y corrientes era un rutinario y concurrido espectáculo público. Lo extraordinario era presenciar la ejecución de grandes personajes que luego de ejercer el poder, al ser derrotados fueron condenados a morir.

Escogí algunos personajes que después de días de gloria subieron al patíbulo y cuya vida y trágico fin han sido motivo de leyendas. Por hoy solo dos personajes.

María Estuardo (Stuart), Reina de Escocia.  Pocas personas han reunido tantas gracias y tantas desgracias como María. Entre sus gracias: Fue reina de Escocia desde recién  nacida en 1542 y reina consorte de Francia a los 18 años. Su belleza y simpatía. Desgracias: tres veces viuda. Calumniada. Perseguida. Prisionera y decapitada.

Escocia tiene el serio problema de ser vecina de Inglaterra, nación que tiene la fea costumbre de engullirse a sus vecinos: Escocia, Gales, Irlanda, y a otros  no vecinos. Para prevenir la eventual ocupación inglesa, los regentes que gobernaban mientras María alcanzaba la mayoría de edad,  buscaron la alianza  con Francia y enviaron a la niña reina, de solo cinco años, para concertar su futuro matrimonio con el hijo del rey francés. María se educó esmeradamente en Francia, en donde vivió su juventud. En 1558 a los 15 años se casó en la catedral de Nuestra Señora de Paris con Francisco  hijo del rey Enrique II.

En julio de 1559, un año después de la boda murió Enrique II, y Francisco subió al trono francés con el nombre de Francisco II.  María se convirtió en reina de Francia y reina de Escocia. Se inician sus desgracias: Francisco II  falleció en un accidente en un torneo. María viuda de 19 años debe regresar a su patria para asumir como reina de Escocia, en momentos en que este país sufría una profunda división religiosa al introducirse el calvinismo y el puritanismo, enconosos enemigos de los católicos. María era católica lo cual la hacía aparecer como hereje e idólatra (puritanos y calvinistas destruían crucifijos e imágenes religiosas) Reinó incómoda y no fue una gobernante afortunada ni acertada. Fácil para los amores y amoríos, se casa por segunda vez con un hombre pervertido, ambicioso y desleal, con quien tiene un hijo James (Jacobo). Su esposo muere asesinado y sus enemigos la culpan de esa muerte. Se vuelve a casar con una persona peor, este  igualmente tiene muerte violenta.  A los 26 años es tres veces viuda. El descontento popular se hace  notorio y estalla la guerra civil en la cual es derrotada y traicionada. Busca refugio en Inglaterra en donde reinaba su prima y rival Isabel I, (la reina virgen ???) hija bastarda de Enrique VIII. Pésima decisión: Isabel veía en su prima María  una rival tanto por su belleza y cultura, como por el poder, pues Isabel  no tenía hijos que pudieran heredar la corona, y María tenía derechos hereditarios para ser reina de Inglaterra. Isabel la acoge, pero como prisionera. Después de 18 años en prisión, es condenada a ser decapitada con el hacha ritual  del ceremonial británico, (los  nobles no podían ser ahorcados pues tenían  el privilegio de ser decapitados). Dictada la sentencia María escribió a sus jueces "A despecho de su soberana y los jueces sus esclavos,  moriré siendo reina.."

Caminó al patíbulo con dignidad. El  verdugo necesitó descargar varias veces el hacha para cortar la cabeza. El último golpe terminó su trágica vida el 15 de octubre de 1586.

Su hijo James Stuart, años después, cosas de las monarquías, fue coronado rey de Inglaterra como James I (Jacobo) de Inglaterra y VI de Escocia y pudo dar definitivo y honroso descanso a María trasladando su cuerpo a la abadía de Westminster muy cerca de Isabel I su gran rival.

Su vida apasionó a las gentes de su época en donde algunos la amaban y otros la odiaban. En la época actual su vida inspira  novelas, cine, drama y continúa despertando amores y odios. Sin duda es un personaje.

Carlos I rey de Inglaterra.

Época: Mediados del siglo XVII. Pasa a la historia como un rey vanidoso (se hizo retratar varías veces por famosos pintores, entre ellos Van Dick), altanero,  se creyó dueño del poder absoluto. Se hizo impopular por los exagerados impuestos y las desastrosas guerras que emprendió. Todo ello mas el hecho de que su esposa la reina Enrietta era francesa y católica, y su desprecio por el parlamento generó la rebelión  y la guerra civil desatada por el partido liderado por Oliver Cromwell y el parlamento,  contra el partido del rey.

Derrotado el rey cae prisionero a finales de 1648. Su esposa ya había huido a Francia.  Oliver Cromwell, eliminó la monarquía y se proclama dictador.

En enero de 1649, la Cámara de los Comunes  por un acto parlamentario crea una Corte para juzgar a Carlos bajo los cargos de “alta traición y de otros altos crímenes". Carlos desconoció la autoridad de la Corte alegando que ninguna Corte tenía jurisdicción sobre un monarca, pues la autoridad para gobernar le había sido dada por Dios cuando lo coronaron y ungieron como rey. La corte sostuvo que "No hay hombre sobre la Ley". Condenado a muerte sin embargo durante una semana, le pidieron tres veces a Carlos que solicitara la súplica, pero él se negó a pedir el recurso de súplica.  Siempre altanero, momentos antes de ser llevado al patíbulo solicitó se le permitiera llevar doble camisa para evitar que “el frio me hiciera temblar y se pudiera  pensar que temblaba de miedo”. Su cabeza rodó el 30 de enero de 1649, el verdugo agarrándola del pelo la exhibió, al público que aplaudía. Cromwell,  entregó el cuerpo del rey a su familia que pudo enterrarle  en la capilla de St. George en el castillo de Windsor.

Años después, al terminar la dictadura de Cromwell al restablecerse la monarquía, fue coronado rey Carlos II, hijo del decapitado Carlos I y bisnieto de María Estuardo cuyo hijo James VI de Escocia y I de Inglaterra fue proclamado rey cuando tenía solo un año. James fue el padre de Carlos I, quien heredó la misma trágica muerte de su abuela.

Maria regresa a Escocia

Carlos I pintado por Van Dick

lunes, 31 de marzo de 2014

LA CONCORDIA FUE POSIBLE


LA CONCORDIA FUE POSIBLE

 

Adolfo Suárez. *Ávila, 25 de septiembre de 1932 - +Madrid, 23 de marzo de 2014

 

“La Concordia fue posible”, este epitafio identifica el sepulcro de Adolfo Suárez fallecido hace pocos días en Madrid. La concordia que muchos consideraban imposible de lograr en la España de los años setenta, fue posible gracias a él.

Recordemos esos años: La guerra civil (1936 / 1939) dejó profundas huellas y resentimientos   y el fin de la guerra fue el inicio de la férrea y represiva dictadura del general Franco. Al morir Franco, en 1975 España seguía profundamente dividida y adolorida y se vivían momentos de gran tensión por el rumbo que tomaría España después de la muerte del "Caudillo": los herederos políticos del dictador y los militares deseaban que las cosas siguieran igual: control y represión, obstáculos a la libre expresión, exagerada injerencia del poder clerical en el manejo del estado. A su vez los partidos y movimientos de centro y de izquierda exigían un cambio total.

Muerto Franco, el rey podía asumía el mando absoluto, pero también podía optar por la democracia. Pocos apostaban a que el joven rey don Juan Carlos se aventurara a abrir España a la democracia. Pero lo hizo y designó a Adolfo Suárez, joven y carismático político de ideas de derecha como Presidente del Gobierno, y le otorgó facultades para implantar una nueva constitución de corte democrático.

El país era escéptico, tanto  la izquierda como la derecha recibieron con recelo este nombramiento.  A partir de ese momento en que asume la presidencia del gobierno Adolfo Suarez pasa a la historia como el estadista que logró la concordia y que puso a España en el camino de las libertades, la democracia y el progreso. Fue labor suya el proponer una constitución que mantiene la monarquía como vínculo de unidad nacional, da autonomías a las regiones, garantiza libertad de cultos, de expresión, de asociación, de integración y apertura mundial.

Los exilados pudieron volver, se legalizaron partidos proscritos como el partido comunista duramente perseguido en la dictadura.  Son celebres las fotos en donde aparecen personajes que años antes no podía imaginarse siquiera saludándose: El cardenal primado de España, al lado de Santiago Carillo jefe supremo del partido comunista,  la famosa Pasionaria, quienes regresaban de un largo exilio y el presidente Suárez.

Pero la política es veleidosa: quien triunfa hoy puede ser excluido ingratamente mañana. Al igual que a Churchill salvador de Inglaterra, después de gobernar con éxito, el electorado le dio la espalda. El poder desgasta, y pese a sus méritos los partidos políticos le restaron apoyo y Suárez renunció a la presidencia del Gobierno.

Los años pasaron y cuando ya Suárez no tenía ambiciones políticas, se volvieron a reconocer sus méritos y empezó a recibir merecidos honores.

Se  recordó entonces su histórica actitud cuando en plena sesión de las oretes (Parlamento español), penetró el coronel Tejero disparando a diestra y siniestra con un grupo de militares que amedrentaron a los parlamentarios para iniciar un golpe de estado encaminado a restaurar el antiguo régimen. El coronel golpista, pistola en mano ordenó a todos los parlamentarios y funcionarios del gobierno botarse al suelo o arrodillarse. Todos obedecieron menos Suarez que desafiante permaneció de pie. Tejero se rindió ante el respaldo incondicional del rey al valiente presidente Suárez y se derrotó la intentona de golpe de estado.

Los méritos de Suárez ahora reconocidos le valieron las más altas distinciones del reino de España: nombrado  Duque de Suárez, condecorado con la orden del Toisón de Oro y Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, que muy raras veces se  otorga. En su funeral de estado presidido por el Rey y el príncipe heredero, coincidieron los líderes de casi todos los partidos: Felipe González, Rodríguez Zapatero, Pérez Rubalcaba, Mas el presidente de la autonomía Catalana, junto a Aznar y Rajoy. El ex presidente de Colombia Álvaro Uribe se cuenta entre los asistentes. Una multitud acompañó su féretro. Encuestadas muchas personas, todas coincidieron en un testimonio de gratitud y fueron unánimes en que además de ser un gran estadista, era por sobre todo un hombre bueno, amable y de fácil acceso al pueblo.

Adolfo Suárez, Virgilio Barco y Cúcuta.

Cuando Virgilio Barco y Carlos Andrés Pérez acordaron constituir las Comisiones Presidenciales Binacionales de alto nivel, para dirimir los conflictos fronterizos y lograr la amable concordia e integración natural de las zonas de frontera, los presidentes coincidieron en invitar a Adolfo Suárez como testigo de honor a la instalación de esas comisiones. Ese día tuve el honor de conocerlo y de intercambiar ideas con el gran estadista. Cúcuta tuvo igualmente el honor de tenerle como su huésped.

A manera de anécdota triste, debo recordar que en el banquete servido para ese evento, la clase dirigente desaprovechó el momento para hacer planteamientos de desarrollo. Alguna señora que ocupaba un alto cargo de nivel local nos hizo abochornar cuando quiso liderar las conversaciones llevándolas  en son de vulgar informalidad a temas de minucias de la política parroquial.

Son abundantes las frases que en su momento pronunció o escribió Suárez y que sirven de inspiración para naciones como la muestra en donde aún quedan personas que quieren seguir acariciando el rencor por lo que llaman el inicio de “la violencia” política de hace más de cincuenta años, pero que tienen que encarar el reto de la reconciliación y la concordia.

"La democracia, por encima de sus exigencias concretas y de sus modos técnicos de realización, es un estilo de vida, una forma de entender y actualizar la convivencia política, que se gana día a día por el trabajo ilusionado, el esfuerzo integrador, la voluntad de diálogo y la capacidad de compromiso."

Al recibir el premio Príncipe de Asturias de la Concordia en septiembre de 1996, dijo: "En un sistema democrático nadie está en posesión de la verdad absoluta, el pluralismo político es absolutamente imprescindible y uno de los valores más importantes de la vida política es la confrontación de los programas y las ideas. Pero creo también que debe haber un campo muy especial en el que la inmensa mayoría de las fuerzas políticas, económicas y sociales pueden y deben llegar a un acuerdo."

 
Adolfo Suárez en su despacho como Presidente del Gobierno