Por fin entendí lo de
las carreteras 4G
Cuando la escasa
dirigencia Nortesantandereana, hace años pidió tener comunicación más expedita
con el centro de Colombia se propuso la nueva carretera Cúcuta-Bucaramanga por
el Alto del Escorial, todos los gobiernos anteriores dieron que NO, que se ampliaría a cuatro carriles
la actual y escabrosa carretera Cúcuta-Pamplona-Paramo de Berlín-Bucaramanga.
Y nos quedamos callados.
Cuando se
propuso desde hace más de treinta años el embalse del Cínera para garantizar
acueducto, energía y recreación, todo el gobierno se energizó para dar
otro NO rotundo. Ahora cuando se volvió a mencionar el proyecto Cínera, se
nos ofreció como premio de consolación un
acueducto con captación en el Zulia y bombeo para traer el agua a Cúcuta.
A riesgo de dejar sin riego los cultivos del valle del Zulia y de encarecer el servicio
de acueducto.
El presidente actual
periódicamente anuncia nuevas vías llamadas 4G en favor de otras regiones del
país. Nada para este rincón de la
patria. Sin embargo hace pocos días, los
noticieros informaron que el presidente se acordó de nuestra existencia,
tal vez gracias a Maduro y sus goriladas. Y anunció que se convertiría a doble
calzada la actual y precaria carretera
Bucaramanga-Pamplona-Cúcuta, como un
plan 4G.
Una vez
decantada la alegría de esa noticia, aterricé
y me pregunté cuántos años tardará en ser realidad esa vía, si solo para
reparar la carretera Cúcuta-Pamplona en
los sitios de derrumbe, llevan más de tres años y nada que terminan.
Entonces se me
iluminó la mente y entendí lo que el presidente nos ofrece como vías tipo 4G. Obvio: se trata de vías
para nuestra cuarta generación (4G), contadas
a partir de la actual generación. Si calculamos la vigencia y relevo de cada
generación en 40 años, la cuarta generación (los nietos y
bisnietos de nuestros nietos)
tendrá vigencia dentro de 160 años. Esta
vez el presidente no dijo mentiras: prometió vías para la 4G, y así será. Sin
duda la verán dentro de 160 años en la presidencia de un bisnieto del actual
presidente o tal vez de un bisnieto de Timochenko.
Eso, si antes el
señor Maduro y sus sucesores, no se han anexionado esta tierra bajo el pretexto
de eliminar “paramilitares” el contrabando de gasolina y tener en donde descargar
a los trabajadores colombianos que le incomodan pues el mal ejemplo de ser
trabajadores y no burócratas bolivarianos.
Concluyo que a
los señores del interior, poco les importa que se genere desarrollo en esta tierra. Otras regiones tienen dirigentes,
gobernantes y parlamentarios que pesan, que proponen, y disponen en favor de su
Eje Cafetero, su Valle del Cauca, la nación costeña, y que tienen posiciones
desde donde vetan todo proyecto de inversión y desarrollo que se proponga para
otras zonas del país. Podemos dar más ejemplos: el veto a Cúcuta como puerto
exportador de café en 1995, el veto al proyecto azucarero Azurca, por parte de
la Federación de Cafeteros y el IFI. Y faltan más datos.