martes, 21 de diciembre de 2010

Un requien por Gramalote. - No subestimos los riesgos

UN REQUIEN  POR GRAMALOTE- PROHIBIDO SUBESTIMAR LOS RIESGOS

GRAMALOTE. Muchos y muy gratos recuerdos nos quedan de ese lindo pueblo, tan nortesantandereano  que fue Gramalote. Y es triste decir “que fue”, pues su casco urbano y sus alrededores ya no existen o se están desboronando lenta e inexorablemente. En unos años, solo maleza y algunas ruinas tercas a desaparecer, serán testimonio de lo que fuera una alegre, rica y generosa ciudad.
Es deber de sus hijos, que son muchos y que se desempeñan en muchos lugares de Colombia, en cargos importantes o que ejercen actividades profesionales o empresariales exitosas, convocar a la reubicación y reconstrucción, y lograr el compromiso de toda la nación y en especial de todo nuestro departamento para que se construya el  Nuevo Gramalote, en un sitio adecuadamente escogido, al amparo de problemas geológicos y dotado de las facilidades de todos los servicios: vías, agua, energía, telefonía, etc. Este es el reto inmediato de todos: reubicar y  reconstruir a Gramalote.
PREVENIR DESASTRES.  Muchas veces se oyen voces de alerta sobre la posible ocurrencia de desastres naturales y en buena parte de esas advertencias se tacha de alarmistas a quienes plantean esas situaciones de real o eventual peligro.
En momentos tan críticos como los que estamos viviendo en este diciembre, de inundaciones, deslizamientos, hundimientos de pueblos bajo el peso de montañas que se deslizan, toda medida de prudencia es poca y las autoridades y la población no pueden subestimar los riesgos.
Sobre el caso infausto de la desaparición de nuestro bello pueblo de Gramalote, parece que existían estudios geológicos sobre el peligro potencial. La verdad es que salvo a los ojos muy calificados de geólogos, aparentemente nada podía tomarse como un presagio de la catástrofe.
El espectáculo de la desaparición del casco urbano de Gramalote, y los signos similares que de años atrás se están viendo en Herrán, deben motivar que las universidades y las entidades estatales, se dediquen a estudiar los riesgos de todos nuestros  municipio, dada la característica montañosa de nuestro departamento, en el cual la mayoría de los pueblos se asientan en laderas al amparo de montañas potencialmente peligrosas, peligros que se han incrementado con la tala y deforestación, la obstrucción o intervención de quebradas y tomas de aguas lluvias, la explotación minera, etc.
Igual estudio ameritan buena parte de los  barrios periféricos de Cúcuta y de otras ciudades, muchos de ellos de invasión, en terrenos de alto riesgo de deslizamiento.
Los registros de abundada que en esta temporada han mostrado las quebradas, caños muchas veces secos, y ríos, deben servir para que las autoridades establezcan seriamente las cotas de rondas de rio y de quebradas para e vitar asentamientos que puedan ser inundados en inviernos pico como el presente.
LA VÍA REDOMA SAN MATEO-PINAR DEL RÍO. Se presentan deslizamientos, uno de ellos en sitio altamente preocupante pues está a pocos metros del enorme tanque del acueducto, frente a las urbanizaciones Mirador Campestre, Acuarela y otras. Un derrumbe del tanque sería de consecuencias catastróficas. Que no se diga más adelante que no se advirtió este peligro.
EL RÍO PAMPLONITA. Hace más de tres décadas cuando existían grupos cívicos como la Unidad de Acción Nortesantanderana (UAN según sus iniciales o MUAN según José Neira), y con el patrocinio del Club Rotario se planteó la necesidad de crear una corporación que en ese momento le dimos el nombre de “Distrito del Río”, como una entidad descentralizada cuyo único objetivo era la conservación de la cuenca del Pamplonita, desde su nacimiento hasta su entrega con el Táchira. Se preveían planes totales de reforestación, construcción de desaceleradores y pequeñas represas, etc.  Pese a estar bien sustentada la solicitud, no se encontró eco en las autoridades locales,  ni en la dirigencia política y la idea se archivó.
Hoy vemos la falta que nos hace tener un río cuidado y controlado. En cambio tenemos una Corporación de Desarrollo, de la cual debe esperarse que tenga dentro de sus prioridades el cuidado de nuestro sonoro río.
FELIZ NAVIDAD. En unión de mi familia, Margarita, hijos, nueras y yerno y once (11) nietos, deseamos una Feliz Navidad.

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