lunes, 11 de abril de 2011

Ciao Comendatore

Arrivederci Ciao Comendatore

No había necesidad de dar el apellido, bastaba decir Giovanni, para saber a quién nos referíamos. Mas en confianza le decíamos Comendatore, nombre cariñoso y nobiliario que sus amigos le otorgamos, título que por cierto le agradaba.
Me pregunto cómo lo definiríamos, y brotan una serie de atributos que reflejan de cuerpo entero, es decir de manera grande, su inolvidable personalidad, enumeremos algunos:
Amable: atributo que está desapareciendo poco a poco en nuestra sociedad, poco dada a tolerar, a servir con agrado, a saludar, a sonreír.
Cívico: don más estimable si sabemos que se interesaba por su querida Cúcuta mucho más que los nacidos y criados en este rumoroso valle. Giovanni participaba en todo grupo, toda actividad, todo club, toda tertulia y su tema era el interés por el desarrollo y la situación de la ciudad, tan lejana de su Véneto natal.
Generoso: el Comendatore era pródigo, regalaba con agrado y sin ostentación. Guardo con afecto detalles de muy buen gusto que me obsequió.
Sociable y amigo de sus amigos: en una sociedad cada vez menos participativa y cada vez más aislada Giovanni era sociable, amiguero, conversador, amigo de la grata tertulia. Por ello tenía tantos amigos que hoy añoran su presencia. Era grato oírle sus remembranzas de sus andares por el mundo, su participación en la II Guerra Mundial (por molestarlo yo le decía que él era veterano pero de la I Guerra Mundial)
Servicial: no dudaba en colaborar con quien le pidiera consejo.
Elegante: ahora cuando hasta distinguidos personajes andan desaliñados, mal trajeados y con modales dudosos, Giovanni daba cátedra del buen vestir, y de modales adecuados y ceremoniosos.
Sentido del humor: en una sociedad intolerante e irascible, Giovanni mostraba siempre un grato sentido del humor, gozaba sobre las chanzas que sus amigos le hacían.
Galante: con las damas, muy lejos del atrevimiento y vulgaridad.
Esposo, padre y tío: su cariño por su familia lo atestiguan Lucy, sus hijas y su querido sobrino Giuseppe quien veía en él a un segundo padre.
Empresario y líder gremial: graduado en esa escuela de la experiencia que fueron las grandes casas comerciales italianas y alemanas que tanto brillo dieron a la Cúcuta en las cinco primeras décadas del siglo XX, Giovanni creó un establecimiento comercial que era orgullo de los cucuteños por la calidad de su mercancía, muy apreciada también por los venezolanos de buen gusto (que también los hay) que justificaban su visita a Cúcuta solo por ir a donde Giovanni.
Como líder gremial fue un importante y participativo miembro de Fenalco. Pero también fue líder deportivo, vinculándose generosamente en  el sostenimiento de nuestro equipo el Cúcuta Deportivo a sabiendas de que en esas buenas épocas no eran precisamente dividendos ni prebendas lo que daba el ser directivo del equipo.
Nos va a hacer mucha falta el Comendatore. Será añorado en su mesa habitual de la Venecia, o en la tertulia cultural y musical de Jaime Machicado, o en el Club Rotario.
En estos últimos meses se nos ha ido mucha gente buena. Giovanni se encontrará allá en el Reino de la Luz con Margarita Guerrero, Margarita Mendoza, Gladys Suárez, Marina Viccini, Chila Mogollón, de golpe se chanceará con Cayetano Morelli, y hará reír a Hernando Ruán.
Arrivederci Giovanni.








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